Liderazgo Transformador

La capacidad de influir para lograr cambios personales, empresariales y sociales de forma sostenible, es una de las competencias más importantes que puede ostentar un líder. No se requiere tener un cargo en una empresa o ejercer una posición destacada en la sociedad para ejercer un liderazgo transformador; éste se ejerce desde la disposición del servicio.

Las dinámicas que ayudan a movilizar los procesos de transformación social y empresarial se desarrollan cuando los líderes están en el terreno y logran identificar las problemáticas que viven los miembros de una comunidad, para así, plantear y entregar soluciones que se ajusten a estas necesidades.

He tenido la oportunidad de presenciar este tipo de liderazgo en una reciente visita a la comuna 13 de Medellín; allí en lo alto de la ciudad, un grupo de jóvenes orgullosos de su tierra, realizan un trabajo de intervención artística, buscando transformar la ciudad en un mejor lugar para las futuras generaciones. En este paseo pude recorrer las empinadas calles llenas de graffiti, ver un espectáculo de música urbana en una barbería y subir a la cima de la montaña utilizando las escaleras eléctricas que prestan un servicio comunitario, para luego disfrutar de la mejor vista de la ciudad. Estos jóvenes, tal vez no tienen un cargo, ni son poseedores de grandes capitales económicos, pero lo que sí tienen en abundancia son ganas de trascender y generar un cambio positivo para su comunidad.

El liderazgo transformador, es el que facilita los procesos de innovación, propicia nuevas opciones en torno al desarrollo sostenible y genera inspiración en los seguidores, para que ellos, puedan desarrollar sus talentos y convertirse en la mejor versión de sí mismos.

Por una Ética de Urgencia

Fernando Savater, nos entregó en su libro Ética de Urgencia, unos buenos argumentos para reflexionar en torno a la corrupción, las nuevas tecnologías, el capitalismo y los retos que tendrán que administrar las nuevas generaciones.  En un mundo deslumbrado por la rapidez, el dinero fácil y el poder a costa de todo, los administradores, líderes, padres y comunidad en general, nos vemos abocados a fortalecernos en valores y principios éticos.

El desarrollo sostenible, es posible cuando empresas y profesionales trabajan en un marco de valores éticos; los códigos deontológicos o también llamados códigos profesionales, definen principios y valores que deben seguir los individuos en su actuar profesional; cuando estos principios no acompañan a las personas, se pueden presentar situaciones de corrupción y detrimento del capital social.

Los valores y principios éticos se forjan desde la primera infancia y se fortalecen en la relación e interacción con las personas de nuestra cotidianidad; el entorno juega un papel importante en las elecciones que tomamos los seres humanos, sin embargo, unas buenas bases éticas se convierten en un elemento protector a la hora de tomar decisiones que pueden afectar de forma negativa a la sociedad, a las familias y a los propios individuos que acceden a recibir sobornos o realizar actos que van en contra del bienestar común por favorecer sus propios intereses.

Los hechos ocurridos en los últimos años y sobre todo la última semana, donde se ha evidenciado la corrupción en las más altas esferas de la sociedad, nos invitan a despertar de nuestra somnolencia y reflexionar sobre la importancia de una ética empresarial de urgencia.

“No hay demasiados momentos conscientes en nuestro día a día, pero de vez en cuando, algo ocurre e interrumpe nuestra somnolencia, nos obliga a pensar” Fernando Savater

 

Red de Afectos y Contactos

Enfrentar una situación de pérdida, puede significar para algunos adversidad o incertidumbre, pero de otro lado, estos momentos nos ayudan a mejorar la confianza y fortalecer nuestra autoestima, al recibir de la familia, amigos y contactos con quienes hemos compartido en algún momento de la vida, aquellas manifestaciones de amor y reconocimiento. Tener la oportunidad de recibir en vida demostraciones de afecto, gratitud y solidaridad, es uno de los regalos más hermosos que he disfrutado últimamente; esto es lo que llamo “red de afectos”, esos seres que están siempre presentes para acompañarte en los buenos y malos momentos.

En el proceso de transición de carrera, por el cual estoy transitando, he aprendido que la red de afectos es vital para mantenerme sana emocionalmente, sin embargo, un factor clave para una búsqueda efectiva de oportunidades laborales o para iniciar un proyecto de emprendimiento, radica en una red de contactos muy enfocada y bien administrada.  Es muy común que nuestra red esté llena de personas de la misma empresa donde laborábamos anteriormente o compañeros de Universidad, que son contactos muy válidos y debemos mantener, pero a la vez requiere ser ampliada, si queremos tener una búsqueda más efectiva de oportunidades.

La red de contactos se debe trabajar presencial y virtualmente, dándonos la oportunidad de conocer a personas de otros sectores y con otras formas de ver el mundo. El circulo se amplía cuando salimos y nos damos a conocer, para ello es recomendable:

  • Asistir a eventos que se realizan en la ciudad y que generalmente son gratuitos, como: Exposiciones, charlas, conversatorios, seminarios.
  • Vincularse a agremiaciones.
  • Invitar a personas que tengan los mismos intereses a conversar.
  • Presencia activa en las redes
  • Mantener una Marca Personal impecable

 

 

SOLTANDO EL PASADO, ABRAZANDO EL FUTURO

Cuando la vida nos regala la oportunidad de enfrentar cambios, es normal sentir rechazo,   sin embargo,  éstos llegan aunque no los aceptemos,  así nos  disgusten o nos parezcan injustos. Para asumirlos,  es necesario aprender a fluir con la situación cualquiera que ésta sea, soltar el pasado y  aceptar lo que llega, de lo contrario, quedaremos sumergidos en una espiral de resentimiento y dolor que nos impedirá ver lo positivo que el cambio trae consigo.

Todo final implica un nuevo comienzo y este a su vez, algún día tendrá su propio final; así que lo más sano para nuestras emociones, es entender que la vida está compuesta de constante cambio y por lo tanto es necesario  aceptarlo y ver el lado positivo de cada momento. Todo ocurre para algo y en esto debemos enfocar nuestra energía. Cuando nos enfrascamos en el ¿por qué?, podemos caer en la posición de víctimas, entregando a otros la responsabilidad de nuestro destino, tratando de encontrar respuestas que tal vez nadie nos dará; cuando nos enfocamos en el ¿para qué?, tomamos el control, nos damos la oportunidad de ver nuevas posibilidades, reconstruir nuestra autoestima y salir fortalecidos de cualquier situación que se presente.

Reconciliarnos con el pasado es aceptar que lo vivido hizo parte de nuestra historia  y  fue el maestro que nos preparó para lo que somos y para lo que seremos en el futuro.    Para soltar el pasado y abrazar el futuro, debemos estar ligeros de equipaje, dejar las cargas que llevamos a cuestas, liberarnos del resentimiento, agradecer por lo vivido y aceptar amorosamente lo que llega a nuestra vida.

MAS LIMITES MENOS LIMITACIONES

Cuando de poner límites en la vida se trata, que no nos detengan las limitaciones.  Definir qué nos gusta, qué aceptamos, hasta dónde cedemos y cómo protegemos nuestra integridad física y emocional es algo fundamental para tener una vida equilibrada y emocionalmente sana.  Los límites hablan de nuestra identidad personal, de lo que estamos dispuestos a hacer y hasta donde somos capaces de entregarnos a una causa o persona sin afectar nuestra integridad; cada persona define sus propios límites y éstos son totalmente válidos, como actores principales de nuestra vida, somos los únicos responsables de definir hasta dónde somos capaces de reaccionar y asumir nuestros compromisos. Algunos quieren inspirarnos a ir más allá de lo que estamos dispuestos a hacer, nos invitan a romper los límites y dar más del 100 para lograr las metas, este puede ser un loable propósito para que seamos mejores y logremos alto desempeño, sin embargo, cada quien define cuál es el sentido de su vida y a qué le quiere apostar.  No es una carrera es la vida.

¿A qué deberíamos poner límites?

  • A lo que nos roba la energía positiva y la tranquilidad, aquellas personas o situaciones que nos perturban y no nos permiten vivir tranquilos. Seguramente te has encontrado alguna vez en la vida con personas que en cada encuentro te hablan de lo terrible que es el mundo o aquellos que se quejan de todo lo que les ocurre, otros que critican todo lo que haces, en fin, cualquier persona que tenga una visión negativa de la vida nos puede sumir a nosotros también en una espiral de negativa, a este tipo de personas hay que ponerles límites en nuestra vida.
  • A quienes afecten nuestra integridad física o mental. Debemos evitar a toda costa permanecer en una relación de víctimas y victimarios, en el momento que alguien o algo esté en contra de nuestros valores, debemos actuar como protagonistas de nuestra vida y defender lo que somos y lo que creemos.
  • A quienes nos imponen sus prioridades.  Tal vez, una de las palabras más difíciles de decir para algunos es “NO”; esto lo he observado cuando converso con personas,  que están agobiadas por tareas que no les corresponde o relaciones en las que no quieren estar, han dejado a un lado el poder de la negación, porque consideran que si lo hacen, pierden valor ante los otros; nos hemos acostumbrado a ver el NO como algo negativo no como una negativa a algo que nos puede generar problemas a futuro;  cuando decimos NO,  ponemos un límite; es mejor un NO responsable a un SI con sufrimiento o incumplimiento,  esta es una palabra que nos puede ahorrar muchas cargas innecesarias.

Las limitaciones en cambio sí que las debemos eliminar de nuestro camino, debemos trabajar con toda nuestra fuerza para vencerlas, porque están en nuestra mente y dependen totalmente de nosotros mismos.

¿Qué hacer para eliminar las limitaciones?

Reconocer nuestras fortalezas.  Trabajar desde nuestras fortalezas, ayuda a mejorar la percepción que tenemos sobre nosotros mismos.

 

Diseño de talleres de Formación – Definición del Objetivo

Definir el objetivo de la experiencia de aprendizaje, es una de las actividades más importantes para asegurar el éxito del espacio que estamos diseñando;  un objetivo claro y bien definido nos ayuda a identificar cuál es la metodología que debemos emplear a la hora de abordar al público que se quiere impactar.

La definición del objetivo, se realiza con la persona que está solicitando o contratando la experiencia; se debe evitar a toda costa  que esta actividad se delegue en otras personas de la organización.  Este es el momento de entender la problemática por la que atraviesa el área o empresa,  identificar cuáles son los intereses y  revisar las expectativas finales.  El líder debe estar involucrado en todo momento para asegurar el impacto positivo de cualquier espacio de aprendizaje.

Generalmente el cliente sabe que tiene una necesidad, pero no identifica cuál es la forma de abordarlo o en algunos casos identifica un problema y al profundizar nos damos cuenta que es otra la necesidad real.

Recomiendo en esta actividad utilizar la propuesta de George T. Doran, para crear objetivos inteligentes (Smart).

Specific (Específico): El objetivo debe ser lo más concreto posible. Todos deben quedar con una identificación precisa de la necesidad y entender qué se pretende lograr  en el taller  y el resultado que se espera del mismo.  La principal herramienta para utilizar en esta etapa es la indagación.

Medible (Measurable): EL objetivo debe ser medible. Todo evento debe tener un indicador que logre identificar, si se alcanzó el objetivo esperado.

Alcanzable (attainable): El objetivo debe ser ambicioso, un reto para nosotros pero posible. Se debe evaluar que el evento esté al alcance de todos los invitados, para ello es importante conocer el detalle de las personas que van a asistir y entender su contexto particular.

  • Realista (Realist): Debemos tener objetivos dentro de nuestras posibilidades (tanto por nuestros recursos disponibles, como por nuestra motivación por lograr dicho objetivo).  Un taller no genera milagros inmediatos ni podemos pretender solucionar todos los problemas que tiene una comunidad con un evento puntual,   debemos evitar crear falsas expectativas en el cliente y en los invitados al evento. Se debe cuidar sobre todo la coherencia con la estrategia del grupo que se va a impactar y el bienestar de los invitados

Diseño de talleres de formación – El aprendizaje

El aprendizaje es un aspecto ampliamente disertado por diferentes disciplinas del conocimiento, ha tenido abordajes desde la medicina y la neurociencia para entender desde la biología  cómo es el desempeño del  cerebro humano,   desde la sicología para entender los comportamientos humanos frente los retos de conocimiento, la sociología ha evaluado cómo se comportan las comunidades y cómo aprenden los seres humanos en diferentes grupos y contextos  y la pedagogía dedica gran parte de sus tratados a entender  y buscar la mejor forma de llegar a los grupos o personas para que éstos logren asimilar los conceptos que se imparten.

Aprendizaje desde la perspectiva biológica.

El aprendizaje desde la perspectiva biológica,  es una reacción química del cerebro a los estímulos que recibe  a través de los diferentes sentidos de  visión, oído, tacto, olfato y  gusto;  estas percepciones pasan al cerebro en forma de vibraciones eléctricas a nuestra memoria de fijación y de allí pasan a la memoria de corto plazo,  esta memoria es capaz de retener información por aproximadamente unos  45 minutos.  Los datos pasan de la memoria de corto plazo,  a través de otro filtro  que los transforma en información mediante una reacción química, que se encarga de almacenar la información en la memoria de largo plazo.  Cuando la memoria de corto plazo está ocupada en su proceso, puede llegar a saturarse de información y por lo tanto  se produce el agotamiento,  requiriendo así un  tiempo de descanso,  es por ello que nos recomiendan realizar pausas cada cierto tiempo,  con el fin de darle oportunidad a la memoria para que se recupere y pueda seguir asimilando los conceptos nuevos.

 

Los  procesos químicos que requiere realizar nuestro cerebro demandan grandes cantidades de energía,  es por ello que el aprendizaje resulta más complejo cuando estamos cansados o hemos dormido mal;  también después de las comidas fuertes,  porque el cuerpo debe dedicar toda su energía a los procesos químicos que requiere la digestión.   Después del almuerzo es usual que  experimentemos la llamada marea alcalina,  que se define como el incremento pasajero del pH plasmático y urinario como consecuencia de la llegada de grandes cantidades de bicarbonato a la sangre y la pérdida concomitante de iones cloruro, todo aquello, a consecuencia de la liberación de hidrogeniones hacia la luz gástrica. Este evento metabólico se produce minutos después de iniciada una comida y es probablemente, la principal responsable de esa sensación de lasitud y ligera somnolencia que se siente después de consumir nuestros alimentos.

Otro factor que afecta los procesos cognitivos, está relacionado con la división del cerebro en dos hemisferios: El izquierdo responsable de la lógica, el lenguaje, los números,  el análisis, y  detalle paso a paso;  la parte derecha,  se encarga de las emociones,  lo visual, la intuición, la fantasía, la que diseña conceptos y admite las contradicciones.  Se podría decir que la parte izquierda es la cognitiva y la derecha la afectiva.

 

Herramienta- El código 10 para la toma de decisiones

Códigos 10,  son palabras codificadas destinadas a representar nombres, lugares, situaciones y frases comunes de manera rápida y estandarizada en las comunicaciones vocales; fueron muy utilizados en los cuerpos policiales y para las transmisiones de radiofrecuencia,   ante un llamado de código 10 se debía tomar una decisión de acción de forma rápida y oportuna.  Estos códigos han desaparecido,  debido a la incursión de nuevas tecnologías de comunicación.

En la numerología el 10-10-10 representa el comienzo en un nivel espiritual. Al igual que la exaltación antes del nacimiento, representa la transformación espiritual que viene de antes del cambio físico. La falta de preparación para el cambio, especialmente cuando no estamos seguros de lo que está llegando, desemboca en inquietud, falta de seguridad, e incluso miedo.

Vivimos abocados a una constante rutina, lo cual no está ni bien ni mal,  es solo  rutina; cada quien debe evaluar si ésta le  ayuda a alcanzar su felicidad o al contrario lo está convirtiendo en  esclavo. Si eres infeliz en tu trabajo,  con tu estado físico o con tus relaciones,  si   sientes que  estás enfermando,  que aquello que haces  no te ayuda a crecer y a desarrollarte plenamente,  pregúntate ¿Por qué sigo haciendo algo que no me ayuda a crecer como persona, no me produce bienestar  y  no me permite ser feliz?  La esclavitud se acabó hace muchos años, podemos ser libres y felices.

El individuo que hace las mismas cosas siempre, tendrá el mismo resultado siempre. Por lo tanto si el resultado que estás obteniendo no te llena de satisfacción y logro,  algo debe cambiar.

Como bien nos lo enseñó Albert Einstein, para obtener resultados diferentes debemos hacer cosas diferentes y aún más importante debemos ser diferentes. Cada que aprendemos algo nuevo, cuando nos abrimos a nuevas oportunidades,  en el momento que  entendemos la existencia de otras formas de solución y aceptamos  que no somos los únicos con la verdad absoluta,  nos convertimos un individuo con mayores posibilidades de obtener nuevos y mejores resultados.

 

Al declararnos como un “aprendiz permanente”,  nos damos permiso de ver diferentes maneras de hacer las cosas, de   entender que no tenemos la vedad absoluta  y nos damos la oportunidad obtener  cada día nuevos y mejores resultados.

Susy Welch, en su libro 10-10-10,  nos invita evaluar las decisiones que tomamos utilizando las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las consecuencias de mi decisión en 10 minutos?,  ¿Qué impacto tendrá en   10 meses?, ¿Qué pasará en  10 años?

El código 10,   te invita a mirar los cambios como una oportunidad de aprendizaje permanente,   un llamado a dejar la esclavitud y tomar el control de tu propia vida.

 

Herramienta – Administrando el tiempo

Empezar el día con la actividad de mayor valor,   tiene un impacto positivo en la planeación y en la obtención de resultados sobresalientes.   La regla del 80/20 aplicada a la administración del tiempo, nos enseña que el 80% del tiempo que utilizamos en tareas secundarias nos sirven para producir el 20% de nuestros resultados, mientras que el 20% que utilizamos en tareas de mayor valor nos ayudan a producir el 80% de nuestros resultados superiores.

El primer y más importante paso para realizar una buena priorización es definir el propósito de nuestra labor, solo así podremos identificar cuáles son las tareas que vale la pena realizar a fin de cumplir con nuestro objetivo final. Una vez identificado el propósito, identificaremos con mayor claridad, cuáles son nuestras tareas de mayor importancia.

Ejercicio para priorizar:

  1. Realiza la lista de las tareas para el día.
  2. Identifica en cada una de ellas, cual es el objetivo o meta al que apuntan y agrúpalas por objetivos si es necesario.
  3. Realiza una calificación de urgencia e importancia en cada una de las tareas. (Importante es la tarea que apunta directamente al objetivo, urgente es la tarea que tiene un plazo o requiere atención pero no necesariamente es la que te lleva al éxito)
  4. Lleva la lista de actividades a la siguiente herramienta y procede a priorizar tu día.

Evalúa tu gráfica y toma acciones en cada cuadrante:

  • Las tareas que queden en el cuadrante A, las debes realizar lo más pronto posible.
  • Las tareas que quedan en el cuadrante B, son importantes pero no urgentes, así que puedes realizar un plan de trabajo para concluirlas.
  • Las tareas del cuadrante C, de mucha urgencia pero poca importancia debes delegarlas a otra persona, puesto que estas son las que no dejan tiempo para concentrarte en lo realmente importante.
  • Las tareas que quedan en el cuadrante D, ni importantes ni urgentes, deben ser desechadas.

 

¿Tenemos Derecho a Trabajar?

El trabajo a lo largo de la historia ha sido  presentado como un castigo,  un mal necesario, o algo realizado para subsistir “ganar el pan con el sudor de la frente”;  según la descripción de Wikipedia,  el término tripaliare  deriva de  tripalium,  herramienta utilizada para torturar o castigar a los caballos y a los esclavos,  por lo tanto esta palabra  significa tortura,  castigo o causar dolor.  En las antiguas escrituras también se relaciona este concepto con el castigo del ser supremo,  Adán y Eva al ser expulsados del paraíso,  quedan condenados a  la muerte, el dolor, la vergüenza y al trabajo.  En la edad antigua,  solo los hombres  nobles podían dedicarse a la recreación,  los esclavos se dedicaban a las labores del campo y al servicio de sus amos.   El siglo XIX,  trajo consigo el desarrollo de la democracia y  la industrialización,  impulsando  nuevas opciones de relación,  la esclavitud deja de ser la forma predominante de  vinculación,  para dar paso a la valoración social y positiva de la relación laboral. En la actualidad,  las formas manuales e industriales han dado paso al desarrollo intelectual y a un  mundo asistido por máquinas especializadas.  Luego de un inicio tan tortuoso y desalentador,  el trabajo, pasó de ser un castigo a ser la forma de creación de riqueza y bienestar, convirtiéndose en  el motor para el desarrollo  y  la mejor forma en la que el hombre puede integrarse a la sociedad.

Los seres humanos por naturaleza somos sociables, salvo contadas excepciones, las personas gustan estar en grupos y compartir sus experiencias, logros y conocimiento;    el espacio laboral, favorece este intercambio de saberes y  posibilita que los individuos se convoquen en torno a un fin común, unan sus  esfuerzos y alcancen los objetivos propuestos, propiciando desarrollo social y  generando una gran  fuente de conocimiento colectivo.  El trabajo realizado con esmero, dedicación y con un sentido de propósito superior,  es la mejor forma para desarrollar las competencias,  ser más  innovador  y mantenerse vigente en el mercado laboral.

La nueva fuerza laboral se ve enfrentada a importantes retos, derivados de cambios sociales y  empresariales; estos jóvenes  se ven convocados a  competir en un mercado cada vez más sofisticado y exigente,  que demanda a su vez nuevas competencias personales,  sociales, laborales y relacionales.   Los constantes cambios de la tecnología, las nuevas dinámicas empresariales y el flujo de información en un mundo global,  exigen,  actualización permanente,  adquisición y asimilación rápida de nuevos conceptos de negocio,  resiliencia para adaptarse a las situaciones,  manejo de la frustración, apertura a la inclusión y disposición para  asumir nuevas formas de trabajar.   El trabajo colaborativo y la tecnología,  están propiciando nuevos esquemas laborales,  uniendo talentos,  que sin importar el lugar  donde se encuentren,  el idioma o la cultura,  se agrupan  para  generar innovación en bienes y servicios. En una sociedad que cada vez demanda,  mejor calidad de vida,  libertad financiera y hacer lo que le apasiona sin tener ataduras de  contratos laborales o emocionales,  el trabajo colaborativo y el emprendimiento tienen sin lugar a dudas  un lugar predominante.

La nueva generación de empleados, a la hora de elegir empresas para ofrecer sus servicios, privilegian a aquellas que se destacan por su responsabilidad social y ambiental, esto ha propiciado que tanto las grandes corporaciones como las  empresas  que están surgiendo,  incorporen estos asuntos en sus prioridades y generen planes para integrarlos a su propuesta de valor;  surgen entonces nuevos negocios que se dedican a venta de bonos verdes,   empresas que ayudan a fundaciones y al  cuidado del medio ambiente, campañas educativas para la disposición de los desechos y trabajo social promovido por los directivos de las grandes corporaciones;  estos son aspectos que empiezan a ser fundamentales  para atraer al nuevo talento,  el cual está demandando una nueva revolución social y empresarial,  en busca de  un mundo más equitativo,  solidario y responsable con la sociedad y el medio ambiente.

Se puede concluir que, El Trabajo  no es un derecho o un castigo, sino el medio  por el cual,  las personas pueden desarrollar sus habilidades y dar sentido a la existencia,  es el canal que permite poner al  servicio de otros, los talentos individuales y colectivos.   El trabajo es la mejor forma de  dar sentido de propósito a la existencia del ser humano.