CÓMO TRABAJAR CON ALGUIEN QUE NO ESCUCHA

La escucha es la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir lo que ocurre en el entorno e interpretarlo de acuerdo con la propia visión del mundo que nos rodea. Quien escucha conscientemente utiliza todos los sentidos; se escucha con la piel al sentir una caricia conectarte con la emoción que transmite, se escucha con la vista al observar un paisaje y sentir el mensaje de la naturaleza, se escucha con el gusto al saborear un platillo y comprender lo que el chef quiso comunicar. Escuchas cuando te conectas con el mundo que te rodea y pones tu atención a lo que tiene para decirte.

 

Escuchar = Percibir con los sentidos + Interpretar lo percibido

 

Las personas que desarrollan la capacidad de escucha plena tienen la gran posibilidad de descubrir lo que el mundo quiere decirles y enseñarles; la magia del aprendizaje y la transformación personal radica en el acto consciente de escuchar. Trabajar con personas que, no escuchan es todo un desafío. Ya sea porque interrumpen, divagan, parecen distraídos o siempre estan preguntando lo que se acaba de decir. Tener un colega o jefe que no escucha puede hacer que las personas a su alrededor también se miren al espejo y se pregunten si ellos mismos son un buenos oyentes. Estos son los maestros que nos muestran el camino que no debemos seguir.

Como parte de la búsqueda del desarrollo personal, es inteligente reflexionar sobre cómo enfocar las conversaciones de trabajo y qué hacer para mejorarlas.

  • Asegúrese de que el equipo esté conectado con los temas que se van a tratar en la conversación.
  • Cuando sienta que no es escuchado, hágalo saber de forma respetuosa.
  • Utilice ejercicios para mejorar su propia escucha. Puede ser el simple hecho de apagar su celular cuando entra a una reunión y así evitar distracciones.

 

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TRABAJO Y FAMILIA ¿CÓMO CONCILIAR ESTA RELACIÓN?

 

Pueda que alguna de las situaciones que voy a relatar a continuación le sea conocida, bien porque la viva personalmente, o porque en su entorno existen colaboradores que le han relatado casos similares o incluso mucho más complejos.

Reunión programada a última hora justo cuando va saliendo para la conferencia obligatoria de padres familia.  Terminar la presentación para el comité que se realizará a primera hora y los niños no quieren ir a dormir temprano.   Reunión con clientes y su chat está a reventar por los mensajes que deja su hijo pidiendo permiso para ir a una actividad extracurricular que le dará mejores notas.  Organizar la sesión de estrategia del equipo, mientras en su cabeza están rondando temas que dejó pendientes como son las vacunas de los niños o el arreglo de la nevera que no para de sonar.

Ser un padre o madre trabajador no es una novedad, porque a lo largo de la historia de la humanidad han existido familias que crecen en torno a los ambientes de trabajo, sin embargo, en este momento los trabajadores del conocimiento se están enfrentando a mayores demandas de tiempo laboral, las jornadas se han empezado a extender no solo a los ambientes de trabajo, sino también los hogares. La exigencia por mantenerse actualizado y al día de todo lo que ocurre, está llevando a que los empleados mantengan disponibles 7×24, bien sea desde sus teléfonos móviles o conectados a las herramientas que les provee la empresa para que atiendan de forma remota cualquier requerimiento urgente. Nos hemos obsesionado por la sensación de no hacer lo suficiente, nos preocupamos por no saber todo lo que ocurre en el entorno, así que entre tanta necesidad de estar en todo vamos desplazando las cosas que realmente importan. Al final se termina con sentimientos de no valía y pérdida del sentido de proporción, para luego darse cuenta de que las cosas que realmente deben ser valoradas pueden colapsar.

El problema no está en que las empresas sean exigentes con el trabajo o que le entreguen dispositivos para mantenerlo conectado, o que le asignen muchos viajes y no tenga tiempo para logar mantener su vida familiar, el problema radica en cómo Usted realiza la priorización de las cosas que valora y empieza a poner cada una en el lugar que le corresponde. Existen algunas técnicas simples y efectivas para superar la emocionalidad de que no está logrando el desempeño que necesita tanto en su hogar como en su trabajo. Cualquier padre trabajador puede empezar a aplicar estas sencillas prácticas para sentirse más tranquilo y equilibrado.

Mantener la agenda actualizada y priorizar

Las reuniones laborales son muy importantes y requieren toda la atención, pero la cita médica para programar detalles de última hora sobre el nacimiento de su bebé puede ser decisiva para la relación futura como familia. La mayoría de los padres trabajadores se concentran en superar el día a día, sin embargo, ahora es importante definir un plan que abarque no solo la responsabilidad laboral sino también la familiar. No existen recetas mágicas para definir la mejor opción que logre conciliar los objetivos profesionales y familiares, la definición del éxito depende de lo que cada persona quiere lograr, así que algunos priorizarán en torno a las tareas laborales y otros a las familiares, ninguna es mejor que otra, es cuestión de identificar claramente lo que quieres arriesgar en la vida y cómo manejarás las prioridades para alcanzar la tranquilidad y el bienestar personal.

Realizar lista de tareas  

Mantener una lista de las cosas que se deben realizar e ir completando, nos da un sentimiento de que hemos cumplido.  Las tareas inconclusas nos torturan y ocupan nuestro espacio mental creando mucho ruido emocional y tensión. La lista de tareas es necesaria y debe alentar a mantener el entusiasmo por realizar las cosas. Un truco para que la lista no se convierta en una tortura adicional por tener tantos temas inconclusos, es poner las tareas en forma de reto e ir eliminando a medida que se avanza. Luego revise esta lista y celebre  todo lo ha hecho y los avances que ha obtenido en cada una de las dimensiones tanto la familiar como la laboral.

Cuidarse a sí mismo

Aunque tenga muchas cosas por hacer y de Usted dependan muchas personas, recuerde que siempre es necesario dedicar tiempo al descanso. Hace unos años cuando mis hijos eran aún bebes, asistí a  un cheque médico; al revisar los exámenes y evaluar el riesgo familiar, el doctor me recomendó hacer ejercicio regularmente, para lo que insistió debía inscribirme a un gimnasio y hacer al menos una hora diaria de ejercicios de cardio con asesoría de un instructor, lo anterior dado los riesgos que estaba evidenciando en mi historia clínica y con la evolución de los exámenes de laboratorio que le estaba presentando; mi respuesta automática fue que tenía un empleo de tiempo completo y dos pequeños que me requerían mis cuidados, así que no podía sacar más tiempo fuera de lo que dedicaba al trabajo para irme en las noches a un gimnasio. El hombre sabiamente respondió “Si no te cuidas a ti, los pequeños estarán sin mamá dentro de poco”, esto fue algo que me dejó bastante inquieta, a partir de ese momento entendí que el cuidado de mi misma, debía ser una prioridad en mi vida.

«Las personas pasan las empresas perduran» Así que en unos años la empresa no recordará quién fuiste, tu familia siempre te recordará como el padre o la madre que formó un hogar.

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VIVIR PARA TRABAJAR O TRABAJAR PARA VIVIR

 

El trabajo para algunos puede significar un castigo, un mal necesario, o algo requerido para subsistir; para otros el trabajo puede convertirse en una obsesión hasta el punto de convertirse en lo único que satisface evitando así cualquier momento de ocio o diversión.

¿Cuántas veces ha dejado de hacer algo divertido por la cantidad de trabajo?

Conciliar trabajo y ocio debe ser una prioridad personal y empresarial. Se tiene la creencia de que el trabajo es lo primero y el ocio, lo segundo, pues bien se ha demostrado que cuando las personas descansan y tienen ratos de esparcimiento pueden ser más productivas, creativos e innovadores.

Puede existir la tendencia a posponer el ocio, siempre hay más trabajo que hacer y se tiene la creencia de que verse muy ocupados los hace ser más interesantes, por lo tanto, es probable que los empleados dejen pasar oportunidades de entretenimiento y terminen sintiéndose agotados e insatisfechos en el trabajo. Podemos postergar hacer algo divertido para «el momento adecuado», solo para darnos cuenta de que parece que nunca llega. Luchar contra este instinto no será fácil. Pero puedes organizar tu trabajo y tu tiempo libre para volverte mejor en pasártelo bien ahora y responder el dilema “Trabajas para vivir o vives para trabajar”

 

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NO ME VALORAN EN EL TRABAJO

Sentirse poco valorado es una de las principales causas que aducen las personas que toman la decisión de renunciar a su empleo.  La falta de valoración tiene que ver con el poco reconocimiento en aspectos económicos, profesionales y en algunos casos la falta de respeto por el ser humano que está realizando una labor.

La visión personal y la de la empresa deberían tener cierta compatibilidad, para asegurar que a la hora tomar una decisión sobre la carrera profesional exista coherencia entre lo que aspira la persona y lo que la empresa puede valorar. Pero, además, el colaborador debe comprender que no solo se avanza ascendiendo en la pirámide organizacional, también puede existir reconocimiento en la participación en proyectos de alto impacto para la empresa o en puestos de trabajo que requieran aprender nuevas habilidades o mayor experiencia.

Cuando los empleados se sienten poco valorados y creen que no tienen posibilidades para avanzar en su desarrollo profesional, algo está fallando en las políticas de la empresa y empieza a ser difícil retener el talento. Un profesional que está en un puesto por el que no siente motivación, acarrea un grave error estratégico, se está desperdiciando el potencial y el activo más importante que existe que es el talento humano al servicio de la compañía.

Cuando un trabajador se plantea la falta de valoración por parte de su empresa, lo recomendable que haga un análisis personal de sus propias convicciones frente al empleo; puede ser que su propia actitud lo esté dejando en un estado de exclusión, también es necesario que realice una conversación con su jefe e indague sobre la percepción de que no está siendo valorado, en muchas ocasiones lo que nos imaginamos es diferente a lo que realmente piensan los otros, así que es importante tomar las riendas del asunto, porque finalmente quien diseña la carrera profesional es uno mismo.

No me siento valorado ¿Debería renunciar?

La decisión de permanecer o marcharse de una empresa debe ser evaluado atendiendo varios factores, como las oportunidades de desarrollo profesional, la calidad de vida, la cultura empresarial. Las empresas, como las personas, tiene un código de valores e incluso, una personalidad definida, así que de la misma forma que ocurre en un matrimonio, debe de haber una compatibilidad para que la relación funcione.  Uno de los valores más importantes para muchos colaboradores es el desarrollo profesional. Sin embargo, este deseo y necesidad de avanzar profesionalmente puede tomar formas distintas y no necesariamente tiene que ir asociado a un cargo de mayor responsabilidad o una posición de mando.

Antes de tomar una decisión revisa los siguientes aspectos.
  • ¿Has identificado y evaluado los aspectos que te llevan a tomar la decisión? Consulta con personas a quiénes les tengas confianza, pregunta a tus jefes sobre las posibilidades que tienes en la empresa.
  • ¿Tienes identificado tu plan de carrera? Muchos empleados dejan esta labor a sus jefes o áreas de talento, sin embargo, debes tener en cuenta que solo tú eres el responsable de tu plan de desarrollo y esto es lo que te dará la guía para saber a dónde dar tu próximo paso de carrera
  • ¿Estás en condiciones económicas para renunciar a tu empleo? Debes tener un colchón económico que te permita asumir tus gastos al menos seis meses.

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ALTAS CARGAS DE TRABAJO – ESTRÉS LABORAL

 

Experimentar momentos laborales en los que las tareas son abrumadoras y la carga de trabajo es excesiva, se ha convertido en una constante para los trabajadores del conocimiento. Las listas de tareas se vuelven interminables, los correos se reproducen, la cantidad de proyectos es abrumadora y abunda la reunionitis; estos son solo algunos de los causantes del estrés causado por la alta carga laboral. Es posible que los empleados sufran de ansiedad por no trabajar en momentos en los que no debería estar trabajando, como cuando se ausentan para atender una cita médica, una reunión en el colegio de los hijos, asisten a un evento o hasta cuando salen de vacaciones o fin de semana; es común incluso que las personas puedan sentir tanta ansiedad por su trabajo, que pierdan el sueño y descuiden su salud física y mental.

En los momentos que se sienta abrumado por la carga de trabajo, lo más recomendable es respirar lenta y profundamente. La respiración lenta ayuda a enfocarse y la tensión irá cediendo; otra forma de mantener la cordura en momentos de alta carga laboral es tener un mantra que ayude a tener una buena conversación interna y sentirse más tranquilo y con control de la situación.

En la siguiente entrada puede encontrar algunos tips para administrar el tiempo de una forma más eficiente.

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PRIORIZAR PARA HACER UNA BÚSQUEDA MÁS EFECTIVA

Buscar empleo es un trabajo demandante, por lo tanto debemos utilizar estrategias que  permitan  optimizar el tiempo y hacer de la búsqueda un proceso efectivo y menos estresante;  empezar el día con la actividad de mayor valor,  tiene un impacto positivo en la planeación y en la obtención de resultados sobresalientes.

Pero, ¿Cuál puede ser una actividad de valor en la búsqueda de empleo? Pues bien depende de cada persona y del enfoque que le esté dando a su proceso; puede ser llamar a los contactos, prepararse para la entrevista que tiene programada, actualizar el curriculum en los portales de empleo, en fin las posibilidades son muchas.

 

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La regla del 80/20 aplicada a la administración y gestión de actividades, ha mostrado que las personas generalmente utilizan el 80% del tiempo en tareas secundarias las cuales generan el  20% de los resultados esperados, mientras que el 20% del tiempo empleado en tareas de  mayor valor genera  el 80% de resultados superiores.

El primer y más importante paso para realizar una buena priorización, es definir el propósito principal de labor que se realiza, solo así es posible identificar cuáles son las tareas a las  cuales vale la pena dedicarles el mayor tiempo.

Ejercicio recomendado para priorizar durante el proceso de búsqueda de empleo:

  1. Realiza la lista de las tareas para el día. (Ej. Revisar portales de empleo, ingresar a las redes sociales, realizar llamadas a contactos, enviar correos a los cazatalentos)
  2. Identifica en cada una de ellas, cual es el objetivo o meta al que apuntan y agrúpalas por objetivos si es necesario. (Ejemplo. Ampliar la red de contactos, Mantener el número de postulaciones, Actualizarte)
  3. Realiza una calificación de urgencia e importancia en cada una de las tareas. (Importante es la tarea que apunta directamente al objetivo, urgente es la tarea que tiene un plazo o requiere atención pero no necesariamente es la que te lleva al éxito)