ESTA TU EMPRESA PREPARADA PARA CONTRATAR Y RETENER AL MEJOR TALENTO

Los líderes se ven enfrentados al reto de atraer personal con las competencias requeridas para el logro de los resultados esperados. En múltiples escenarios se habla de la importancia del talento y es cierto que los empleados marcan la diferencia en las organizaciones, pero las fuerzas internas y las presiones sociales difícilmente dejan que los individuos aisladamente puedan movilizar cambios; las empresas domestican a los colaboradores, condicionándolos para que trabajen según los denominados estándares, así aseguran mantener el control de los procesos internos y la obediencia de sus empleados.

Las áreas de Gestión Humana definen metodologías para identificar los llamados “Talentos de Alto Potencial”, sin embargo, en algunos casos los empleados se traten de camuflar y adaptarse a las exigencias para lograr encajar en la cultura organizacional, perdiendo así el mayor valor que ellos pueden aportar y es la diversidad de pensamiento. Las compañías diseñan en sus sistemas de gestión del talento métodos muy tóxicos para mantener el statu quo organziacional y esto es leído a la perfección por los empleados, que se adaptan a estas propuestas para lograr sobrevivir en el ambiente laboral propuesto.

«El desarrollo del talento debe ser una prioridad en los planes estratégicos de las compañías»

Las organizaciones antes de invertir altas sumas de dinero en evaluar y buscar empleados de alto potencial deberían dedicar un tiempo a entender las limitaciones que tienen en el liderazgo y la gestión de talento, elaborando enfoques que ayudan a la gente a entender su contribución organizacional y dar forma y contexto para que cada persona identifique cómo puede aportar,  y cuáles serían sus niveles de rendimiento.

«La guerra del talento, no solo está en contratar a los mejores, sino en sacar lo mejor del talento que tienes en tu organización»

 

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CÓMO PERDER TUS MEJORES EMPLEADOS

 

Después de muchos años liderando proyectos y entregando conocimiento y dedicación a una empresa, siente que necesita un nuevo desafío, pero sus jefes no tienen la menor intención de ofrecerle algo diferente, en lugar de aportarle un apoyo, lo rechazan y desaniman con frases disfrazadas “Lo estás haciendo muy bien, te queremos justo donde estás”.  Siempre ha tenido un desempeño sobresaliente y se siente reconocido en el negocio, pero el aprendizaje y los retos han llegado a su nivel máximo en ese cargo y su crecimiento está estancado así que necesita encontrar un nuevo reto para motivarse profesionalmente.  El jefe, no quiere que nada cambie y prefiere evitar el riesgo de perder el conocimiento y la comodidad de tener a alguien muy productivo y destacado en esta posición. Quiere mantener a los empleados justo donde están.  Hacer esto es una buena forma de perder para siempre a un colaborador.

Este tipo de situaciones se presenta a diario en las empresas grandes y chicas. El precio de un mal liderazgo, la falta de visión y el poco conocimiento de los empleados es muy alto para las empresas que corren el riesgo de rotación del talento lo que conlleva pérdida de conocimiento y productividad. Al inicio de mi carrera profesional, me encontré con un jefe que tenía una forma particular de hacer sus comentarios a la vez sarcásticos y crueles,  pero que al analizarlos con detalle podían tener un trasfondo importante de realidad empresarial; nos encontrábamos en un proceso de cambio organizacional y se tenía que disminuir la planta de personal, el jefe muy entonado me dijo lo siguiente antes de iniciar el proceso de análisis de la plantilla de colaboradores a desvincular “Los buenos se van solos, a los malos hay que despedirlos y los mediocres se quedan con nosotros”; me sentí muy mal en ese momento pensando que estaba en el grupo de los mediocres porque mi sueño era quedarme en esa compañía durante muchos años y crecer profesionalmente. Entendí el poco valor que ese jefe daba al talento de su organización. Finalmente comprendí que la mejor forma de perder al mejor talento es teniendo este tipo de liderazgo que no es capaz de medir el impacto de la rotación del talento y por consiguiente no se esmera por retener y propiciar espacios de crecimiento para su equipo de trabajo. Cuando el talento de alto potencial no puede crecer en sus trabajos, lo realizan sin motivación ni esfuerzo, generando enormes brechas en la productividad.

Durante muchos años de trabajar en una gran organización, pasé por diversos cargos en los que inicié en posiciones inferiores hasta llegar a cargos de liderazgo,  pude progresar, eventualmente, y darme cuenta de que no era mediocre por querer estar mucho tiempo en una organización, que podía moverme en cargos diferentes y hacer una carrera profesional hasta que se cumplía el ciclo de cada uno de estos desafíos, así fue que en cada posición fue entregando satisfacciones y a la vez cerrando un ciclo y  me aburrí un poco en cada trabajo que se volvía rutinario y comenzaba a buscar un nuevo reto que dominar. La mayoría de los seres humanos seguimos patrones similares, cuando no estamos aprendiendo, no sentimos el bienestar requerido para alcanzar el compromiso y la productividad requerida. El cerebro humano está diseñado para aprender, no solo durante la infancia, aprendemos durante toda la vida.

La mejor forma de perder rápidamente a tus empleados es:

  • No valorar el talento
  • No tener un plan de desarrollo profesional
  • Desconocimiento del empleado
  • Tener un mal liderazgo en la compañía

 

«EL VALOR DE TU TALENTO ES LA RIQUEZA DE TU COMPAÑÍA»

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TRABAJO Y FAMILIA ¿CÓMO CONCILIAR ESTA RELACIÓN?

 

Pueda que alguna de las situaciones que voy a relatar a continuación le sea conocida, bien porque la viva personalmente, o porque en su entorno existen colaboradores que le han relatado casos similares o incluso mucho más complejos.

Reunión programada a última hora justo cuando va saliendo para la conferencia obligatoria de padres familia.  Terminar la presentación para el comité que se realizará a primera hora y los niños no quieren ir a dormir temprano.   Reunión con clientes y su chat está a reventar por los mensajes que deja su hijo pidiendo permiso para ir a una actividad extracurricular que le dará mejores notas.  Organizar la sesión de estrategia del equipo, mientras en su cabeza están rondando temas que dejó pendientes como son las vacunas de los niños o el arreglo de la nevera que no para de sonar.

Ser un padre o madre trabajador no es una novedad, porque a lo largo de la historia de la humanidad han existido familias que crecen en torno a los ambientes de trabajo, sin embargo, en este momento los trabajadores del conocimiento se están enfrentando a mayores demandas de tiempo laboral, las jornadas se han empezado a extender no solo a los ambientes de trabajo, sino también los hogares. La exigencia por mantenerse actualizado y al día de todo lo que ocurre, está llevando a que los empleados mantengan disponibles 7×24, bien sea desde sus teléfonos móviles o conectados a las herramientas que les provee la empresa para que atiendan de forma remota cualquier requerimiento urgente. Nos hemos obsesionado por la sensación de no hacer lo suficiente, nos preocupamos por no saber todo lo que ocurre en el entorno, así que entre tanta necesidad de estar en todo vamos desplazando las cosas que realmente importan. Al final se termina con sentimientos de no valía y pérdida del sentido de proporción, para luego darse cuenta de que las cosas que realmente deben ser valoradas pueden colapsar.

El problema no está en que las empresas sean exigentes con el trabajo o que le entreguen dispositivos para mantenerlo conectado, o que le asignen muchos viajes y no tenga tiempo para logar mantener su vida familiar, el problema radica en cómo Usted realiza la priorización de las cosas que valora y empieza a poner cada una en el lugar que le corresponde. Existen algunas técnicas simples y efectivas para superar la emocionalidad de que no está logrando el desempeño que necesita tanto en su hogar como en su trabajo. Cualquier padre trabajador puede empezar a aplicar estas sencillas prácticas para sentirse más tranquilo y equilibrado.

Mantener la agenda actualizada y priorizar

Las reuniones laborales son muy importantes y requieren toda la atención, pero la cita médica para programar detalles de última hora sobre el nacimiento de su bebé puede ser decisiva para la relación futura como familia. La mayoría de los padres trabajadores se concentran en superar el día a día, sin embargo, ahora es importante definir un plan que abarque no solo la responsabilidad laboral sino también la familiar. No existen recetas mágicas para definir la mejor opción que logre conciliar los objetivos profesionales y familiares, la definición del éxito depende de lo que cada persona quiere lograr, así que algunos priorizarán en torno a las tareas laborales y otros a las familiares, ninguna es mejor que otra, es cuestión de identificar claramente lo que quieres arriesgar en la vida y cómo manejarás las prioridades para alcanzar la tranquilidad y el bienestar personal.

Realizar lista de tareas  

Mantener una lista de las cosas que se deben realizar e ir completando, nos da un sentimiento de que hemos cumplido.  Las tareas inconclusas nos torturan y ocupan nuestro espacio mental creando mucho ruido emocional y tensión. La lista de tareas es necesaria y debe alentar a mantener el entusiasmo por realizar las cosas. Un truco para que la lista no se convierta en una tortura adicional por tener tantos temas inconclusos, es poner las tareas en forma de reto e ir eliminando a medida que se avanza. Luego revise esta lista y celebre  todo lo ha hecho y los avances que ha obtenido en cada una de las dimensiones tanto la familiar como la laboral.

Cuidarse a sí mismo

Aunque tenga muchas cosas por hacer y de Usted dependan muchas personas, recuerde que siempre es necesario dedicar tiempo al descanso. Hace unos años cuando mis hijos eran aún bebes, asistí a  un cheque médico; al revisar los exámenes y evaluar el riesgo familiar, el doctor me recomendó hacer ejercicio regularmente, para lo que insistió debía inscribirme a un gimnasio y hacer al menos una hora diaria de ejercicios de cardio con asesoría de un instructor, lo anterior dado los riesgos que estaba evidenciando en mi historia clínica y con la evolución de los exámenes de laboratorio que le estaba presentando; mi respuesta automática fue que tenía un empleo de tiempo completo y dos pequeños que me requerían mis cuidados, así que no podía sacar más tiempo fuera de lo que dedicaba al trabajo para irme en las noches a un gimnasio. El hombre sabiamente respondió “Si no te cuidas a ti, los pequeños estarán sin mamá dentro de poco”, esto fue algo que me dejó bastante inquieta, a partir de ese momento entendí que el cuidado de mi misma, debía ser una prioridad en mi vida.

«Las personas pasan las empresas perduran» Así que en unos años la empresa no recordará quién fuiste, tu familia siempre te recordará como el padre o la madre que formó un hogar.

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VIVIR PARA TRABAJAR O TRABAJAR PARA VIVIR

 

El trabajo para algunos puede significar un castigo, un mal necesario, o algo requerido para subsistir; para otros el trabajo puede convertirse en una obsesión hasta el punto de convertirse en lo único que satisface evitando así cualquier momento de ocio o diversión.

¿Cuántas veces ha dejado de hacer algo divertido por la cantidad de trabajo?

Conciliar trabajo y ocio debe ser una prioridad personal y empresarial. Se tiene la creencia de que el trabajo es lo primero y el ocio, lo segundo, pues bien se ha demostrado que cuando las personas descansan y tienen ratos de esparcimiento pueden ser más productivas, creativos e innovadores.

Puede existir la tendencia a posponer el ocio, siempre hay más trabajo que hacer y se tiene la creencia de que verse muy ocupados los hace ser más interesantes, por lo tanto, es probable que los empleados dejen pasar oportunidades de entretenimiento y terminen sintiéndose agotados e insatisfechos en el trabajo. Podemos postergar hacer algo divertido para «el momento adecuado», solo para darnos cuenta de que parece que nunca llega. Luchar contra este instinto no será fácil. Pero puedes organizar tu trabajo y tu tiempo libre para volverte mejor en pasártelo bien ahora y responder el dilema “Trabajas para vivir o vives para trabajar”

 

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NO ME VALORAN EN EL TRABAJO

Sentirse poco valorado es una de las principales causas que aducen las personas que toman la decisión de renunciar a su empleo.  La falta de valoración tiene que ver con el poco reconocimiento en aspectos económicos, profesionales y en algunos casos la falta de respeto por el ser humano que está realizando una labor.

La visión personal y la de la empresa deberían tener cierta compatibilidad, para asegurar que a la hora tomar una decisión sobre la carrera profesional exista coherencia entre lo que aspira la persona y lo que la empresa puede valorar. Pero, además, el colaborador debe comprender que no solo se avanza ascendiendo en la pirámide organizacional, también puede existir reconocimiento en la participación en proyectos de alto impacto para la empresa o en puestos de trabajo que requieran aprender nuevas habilidades o mayor experiencia.

Cuando los empleados se sienten poco valorados y creen que no tienen posibilidades para avanzar en su desarrollo profesional, algo está fallando en las políticas de la empresa y empieza a ser difícil retener el talento. Un profesional que está en un puesto por el que no siente motivación, acarrea un grave error estratégico, se está desperdiciando el potencial y el activo más importante que existe que es el talento humano al servicio de la compañía.

Cuando un trabajador se plantea la falta de valoración por parte de su empresa, lo recomendable que haga un análisis personal de sus propias convicciones frente al empleo; puede ser que su propia actitud lo esté dejando en un estado de exclusión, también es necesario que realice una conversación con su jefe e indague sobre la percepción de que no está siendo valorado, en muchas ocasiones lo que nos imaginamos es diferente a lo que realmente piensan los otros, así que es importante tomar las riendas del asunto, porque finalmente quien diseña la carrera profesional es uno mismo.

No me siento valorado ¿Debería renunciar?

La decisión de permanecer o marcharse de una empresa debe ser evaluado atendiendo varios factores, como las oportunidades de desarrollo profesional, la calidad de vida, la cultura empresarial. Las empresas, como las personas, tiene un código de valores e incluso, una personalidad definida, así que de la misma forma que ocurre en un matrimonio, debe de haber una compatibilidad para que la relación funcione.  Uno de los valores más importantes para muchos colaboradores es el desarrollo profesional. Sin embargo, este deseo y necesidad de avanzar profesionalmente puede tomar formas distintas y no necesariamente tiene que ir asociado a un cargo de mayor responsabilidad o una posición de mando.

Antes de tomar una decisión revisa los siguientes aspectos.
  • ¿Has identificado y evaluado los aspectos que te llevan a tomar la decisión? Consulta con personas a quiénes les tengas confianza, pregunta a tus jefes sobre las posibilidades que tienes en la empresa.
  • ¿Tienes identificado tu plan de carrera? Muchos empleados dejan esta labor a sus jefes o áreas de talento, sin embargo, debes tener en cuenta que solo tú eres el responsable de tu plan de desarrollo y esto es lo que te dará la guía para saber a dónde dar tu próximo paso de carrera
  • ¿Estás en condiciones económicas para renunciar a tu empleo? Debes tener un colchón económico que te permita asumir tus gastos al menos seis meses.

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EDAD DORADA – NUEVOS RETOS LABORALES

 

Una de las formas más comunes de discriminación de talento para entrar o permanecer en el mercado laboral es la que se hace a causa de la edad. Aunque se han creado algunos estereotipos positivos como que son empleados más leales, confiables o comprometidos, también abundan los estereotipos negativos.

Los trabajadores maduros son estigmatizados como una población con dificultades para involucrarse y participar en formaciones y programas de desarrollo profesional, se considera que son más resistentes al cambio organizacional y a los avances tecnológicos, también se tiene la creencia de que están más predispuestos de sufrir problemas de salud que afecten su trabajo y más vulnerables a dificultades familiares. Y aunque las empresas tienen creencias y estereotipos, es mucho más grave el que los individuos se dejen encasillar y tomen posiciones que los llevan a sentirse y mostrarse como viejitos sin interés y pasión por el propio progreso personal, dejan de actualizarse y empiezan a tomar actitudes que a menudo pueden ser más negativas que los estereotipos reales.

Las empresas lograrían un gran salto implementando un trabajo de gestión de conocimiento con aquellos empleados que se encuentran en la fase final de sus carreras, estarían aprovechando así los conocimientos y experiencia y a la vez mostrando respeto y reconocimiento por el trabajo de sus colaboradores. Los empleados pueden sentir la contribución al transferir conocimientos a sus compañeros y contribuir al bien organizacional y social.  Encontrarse en la fase final de la carrera no significa que los empleados simplemente están pasando el rato o esperando a jubilarse, la mayoría desea marcar la diferencia y generar bienestar social.

Contrario a lo que algunos creen, la generación de  baby-boomers  está gozando de una excelente salud, han entendido su responsabilidad con la alimentación saludable, atienden los chequeos médicos  periódicos y mantienen una rutina de ejercicio. Los mayores de esta época son afectos a la tecnología y se mantienen actualizados, lo que está creando una generación de adultos con alma, cuerpo y mente muy joven.

La generación de empleados de mayor edad puede tener la sabiduría, experiencia, conocimiento especializado y la capacidad para enseñar, entrenar y acompañar a los millennials a el fin de lograr negocios sostenibles.

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CÓMO ATRAER Y RETENER EL MEJOR TALENTO

 

Los líderes se ven enfrentados al reto de atraer personal con las competencias requeridas para el logro de los resultados esperados. En múltiples escenarios se habla de la importancia del talento y es cierto que los empleados marcan la diferencia en las organizaciones, pero las fuerzas internas y las presiones sociales difícilmente dejan que los individuos aisladamente puedan movilizar cambios; las empresas domestican a los colaboradores, condicionándolos para que trabajen según los denominados estándares, así aseguran mantener el control de los procesos internos y la obediencia de sus empleados.

Las áreas de Gestión Humana definen metodologías para identificar los llamados “Talentos de Alto Potencial”, sin embargo, en algunos casos los empleados se traten de camuflar y adaptarse a las exigencias para lograr encajar en la cultura, perdiendo así el mayor valor que ellos pueden aportar y es la diversidad de pensamiento. Las compañías diseñan en sus sistemas de gestión del talento métodos muy tóxicos para mantener el statu quo organziacional y esto es leído a la perfección por los empleados, que se adaptan a estas propuestas para lograr sobrevivir en el ambiente laboral propuesto.

Las organizaciones antes de invertir altas sumas de dinero en evaluar y buscar empleados de alto potencial deberían dedicar un tiempo a entender las limitaciones que tienen en el liderazgo y la gestión de talento, elaborando enfoques que ayudan a la gente a entender su contribución y dar forma y contexto para que cada persona identifique cómo puede aportar,  y cuáles serían sus niveles de rendimiento.

 

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DIVERSIDAD RELIGIOSA – GLOBALIDAD EMPRESARIAL

 

Los abuelos solían decir que “En la mesa no se habla de política ni de religión”, esta era una estrategia que utilizaban para evitar acaloradas discusiones y lograr que la familia pudiese digerir sus alimentos sin alteración alguna. Pues bien, en algunos ambientes de trabajo los jefes y líderes de talento humano, tratan de mantener callados a sus empleados sobre temas que generan conflicto, pero el hecho de que la empresa no hable o propicie los espacios para hacerlo, lo único que genera es ambientes tensos y desconfianza entre los colaboradores. Las empresas que aspiran a tener una proyección global deben tener en cuenta la diversidad y las posibilidades de inclusión religiosa en sus equipos de trabajo.

La Discriminación Religiosa, es un fenómeno que se manifiesta de manera espontánea y en algunos casos los líderes de bienestar laboral, ni siquiera conocen el impacto de sus acciones. Es común que las áreas de Talento o los jefes promuevan actos religiosos para dar gracias, celebrar algún logro e incluso para pedir por el bienestar de un empleado o grupo de colaboradores; también se puede presentar vulneración a los derechos de libre culto cuando se discrimina o impone un código de vestir que va en contra de una cultura religiosa especial y aunque estos actos pueden hacerse con la mejor intención, tratando de buscar espacios de reflexión o de estandarizar la cultura empresarial, siempre debe tenerse en cuenta que en las empresas conviven muchas personas con religión y creencias diversas; así que algunos empleados pueden sentir que sus creencias no son tenidas en cuenta por la empresa a la cual prestan su servicio y perder el interés y compromiso. El fenómeno social generado por el aumento de inmigrantes, la diversidad de la mano de obra procedente de países con culturas y religiones particulares y la globalización de los negocios están trayendo distintas religiones y creencias en los ambientes laborales.

Es importante que las empresas tengan presente en sus políticas internas asuntos relacionados con igualdad de trato para empleados al margen de características como la religión, género y raza. La igualdad de trato debe demostrar respeto y compromiso de la empresa por la inclusión. Los empleados y líderes deben entender la importancia de este precepto de la compañía y hacerlo cumplir para lograr crear una cultura orientada al respeto.

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ALTAS CARGAS DE TRABAJO – ESTRÉS LABORAL

 

Experimentar momentos laborales en los que las tareas son abrumadoras y la carga de trabajo es excesiva, se ha convertido en una constante para los trabajadores del conocimiento. Las listas de tareas se vuelven interminables, los correos se reproducen, la cantidad de proyectos es abrumadora y abunda la reunionitis; estos son solo algunos de los causantes del estrés causado por la alta carga laboral. Es posible que los empleados sufran de ansiedad por no trabajar en momentos en los que no debería estar trabajando, como cuando se ausentan para atender una cita médica, una reunión en el colegio de los hijos, asisten a un evento o hasta cuando salen de vacaciones o fin de semana; es común incluso que las personas puedan sentir tanta ansiedad por su trabajo, que pierdan el sueño y descuiden su salud física y mental.

En los momentos que se sienta abrumado por la carga de trabajo, lo más recomendable es respirar lenta y profundamente. La respiración lenta ayuda a enfocarse y la tensión irá cediendo; otra forma de mantener la cordura en momentos de alta carga laboral es tener un mantra que ayude a tener una buena conversación interna y sentirse más tranquilo y con control de la situación.

En la siguiente entrada puede encontrar algunos tips para administrar el tiempo de una forma más eficiente.

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CULTURA ORGANIZACIONAL CENTRADA EN EL CLIENTE

 

Algunas empresas tienen dificultades para centrarse en el cliente correctamente. La rapidez a la que se mueve el mercado, las demandas de unos clientes cada vez más sofisticados y exigentes con la atención y el servicio que se les ofrece, todo esto sumado a la cantidad de información que se está generando en las redes, dejan abrumadas a las organizaciones; algunas compañías no cuentan con  tecnología para administrar eficientemente la información, otros adolecen de  procesos estandarizados y de estrategias de comunicación para entregar experiencias personalizadas a sus clientes; sin embargo, la dificultad más grande es la falta de una cultura organizacional centrada en el cliente.

La implementación de una cultura basada en el cliente es un proceso que toma tiempo, requiere una estrategia enfocada y el compromiso de los líderes y directivos, quienes son los encargados de fomentar y ayudar a que se pernee la cultura en los equipos de trabajo que ellos guían.  Una cultura basada en el cliente se forma a partir de pequeñas acciones que conducen a grandes estratégicas.

Construir una cultura centrada en el cliente, requiere coherencia en las acciones que se realizan al interior de la organización, solo es posible ofrecer lo que se tiene dentro, así que en una organización donde se respira un buen clima laboral, será mucho más fácil tener una buena atención y servicio. Los empleados deben sentirse bien tratados y a gusto con lo que hacen para que logren transmitir su buena vibra a las personas que ellos atienden.

En esta tarea las áreas de talento juegan un papel fundamental,  sus procesos internos se deben alinear con la estrategia de servicio, desde la contratación de personas donde se debe dar prioridad a los candidatos que tengan una alta orientación al cliente, hasta el sistema de recompensas que debe estar orientado al reconocimiento por una buena atención y servicio.

 

En sinfonia.CO, acompañamos procesos de transformación y cultura organizacional, para mayor información contáctanos en info@sinfonia.co.

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