Las expectativas de movilidad y crecimiento rápido de los jóvenes, el mercado laboral cada vez más informal, los bajos salarios y las pocas condiciones de bienestar en los empleos de corta duración.
¿Cómo asegurar inclusión laboral de los jóvenes?

 

Acceder a un empleo es algo más que obtener los medios para satisfacer necesidades materiales. El trabajo es sinónimo de dignidad y sentido de propósito. El trabajo es vital para la integración social.  En la primera infancia y la adolescencia, la socialización tiene lugar en el ambiente protegido de la casa y como extensión en el colegio. En la juventud se genera una transición o llamado también ritual de paso que consiste en la integración social de los individuos, lo que es propiciado principalmente por el trabajo.

¿Cuáles serán los desafíos y oportunidades a las que se verán enfrentados los jóvenes en esta nueva era industrial?

El ritual de paso de la universidad a la vida laboral es cada vez más complejo.  La tasa de desempleo va en aumento y  la contratación informal  predomina en la actualidad. Contratados por proyectos o de corta duración, dejan a los nuevos empleados en una desventaja  frente a las contrataciones formales y con proyección. Algunos de estos empleos pueden ser de mala calidad y estar caracterizados por poca seguridad del trabajo, bajos ingresos, acceso limitado a la formación, bajo nivel de desarrollo profesional, y pocas oportunidades de plan de carrera profesional.

La implementación de la tecnología plantea tanto riesgos como oportunidades para los jóvenes, quienes se ven inmersos en el acelerado progreso tecnológico que ofrece nuevas oportunidades sobre todo para los especialistas en desarrollo de tecnologías digitales, estos avances ofrecen una amplia gama de nuevas y diversas formas de empleo que propician mayor flexibilidad, pero que de igual forma van acompañados de una alta dosis de informalidad.

¿Serán más afortunados los jóvenes en sus futuros empleos de lo que fueron sus padres?

Las generaciones anteriores de jóvenes cuando ingresábamos al mercado del trabajo teníamos la ilusión y la firme convicción de que era un trabajo para toda la vida. Valorábamos la estabilidad y queríamos trabajar para el mismo empleador para siempre.  Los jóvenes actualmente deben trabajar cada vez con mayor frecuencia en empleos fluctuantes y para varios empleadores. Otro factor que interviene en estos empleos tiene que ver con la movilidad que demanda la nueva generación y el deseo de migrar a otros países para realizar el sueño de estudiar y compartir con otras culturas.

Así que cada época tuvo y tiene su propio paradigma, con el cual vamos a tener que vivir.  Será nuestro reto como padres y empleadores brindar a las futuras generaciones la oportunidad de disfrutar de un nivel de vida más elevado y posibilitar su inclusión al mercado laboral acorde a los avances y  nuevas formas de vida.

 

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Foto cortesia de Pixabay.com

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