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El arte de escuchar es una de las principales competencias en el camino del liderazgo. El primer paso para desarrollar la escucha es poner atención al espacio que habitamos y entender los susurros que muchas veces pasamos por alto o preferimos desconectar. Cultivar la sintonía con el mundo que habitamos permite crear una mejor relación con ese mundo.
¿Cómo está compuesta tu banda sonora?
Al escuchar el entorno podemos sintonizar con los sonidos que están creando nuestro mundo interior.
Dedica tiempo a escuchar tu entorno y revisar tu banda sonora ¿Cómo está compuesta?, ¿Es relajante o desagradable?, ¿Está llena de quejas o de optimismo?, ¿Es ruidosa o suave?, ¿Te inspira o te genera estres?
A medida que sintonizamos con nuestro entorno vamos tomando conciencia de aquello que nos desagrada y nos gustaría cambiar. Muchas veces nos acostumbramos a cosas desagradables o nos falta voluntad para tomar acción y crear una vida más sonora y armoniosa.
Sintonizar y escuchar el entorno
Al sintonizar con el entorno se presta atención a los patrones y detalles que pasamos por alto y que se van configurando en costumbres; nos vamos acostumbrando a cosas que pueden ser muy desagradables y que se pueden cambiar y mejorar de forma fácil. Existen muchas señales en el entorno que nos piden ser escuchadas para tomar acción. Sonido a sonido a lo largo del día, podemos preguntarnos ¿Es agradable?, ¿Me hace feliz?, ¿Lo puedo cambiar o mejorar? Lo más seguro es que la mayoría de las respuestas sean No, pero este es el inicio de sintonizar con el entorno y empezar un proceso de cambio para transformar y armonizar.
La silla de mi escritorio chilla cada vez que me muevo, he preferido quedarme muy quieta cuando estoy en teleconferencias para evitar que se escuche el desajuste. Podría ajustar los tornillos y engrasar un poco las ruedas, la verdad es que lo he pensado pero se ha quedado en la mente. A esto le llaman procrastinar, dejar las ideas en la cabeza sin ir a la acción.
Al salir de casa escuchas los perros del vecino que juegan en el jardín, los gritos alegres de niños que se despiden para ir al colegio y la risa de un joven que pasa por tu portada de camino a la universidad, el ruido de los autos, la congestión en el metro, las preocupaciones en tu mente o el cantar de los pájaros. Todos los sonidos del entorno están configurando lo que será el día, depende de lo que decidas escuchar tu vida será más agradable o caótica.
Ejercicio para escuchar el entorno
Toma la decisión de escuchar el entorno en el cual te desempeñas y registrar los sonidos del día.
- Inicia desde que suene el despertador, cuál es tu emocionalidad al escucharlo. ¿El sonido con el que despiertas es agradable o te molesta? sigue escuchando los sonidos que acompañan tu despertar, el agua que cae al ducharte, la licuadora al hacer el batido o la cafetera al preparar tu desayuno.
- Mientras te desplazas a tu actividad cotidiana bien sea que tomes el transporte público o conduzcas tu propio vehículo. ¿Puedes cambiar algo para que tu banda sonora mejore durante estos minutos de desplazamiento al trabajo o al estudio?
- Toma conciencia del bullicio que puede existir en el lugar donde tomas el almuerzo o de lo que escuchas en esta hora de descanso, algunos ponen la televisión y reciben una carga de negativismo ¿Es posible buscar un lugar más tranquilo o escuchar algo más positivo?
- Durante tu actividad cotidiana. Trata de identificar los temas comunes de lo que se habla en tu entorno ¿Están hablando más de lo que les falta o de las posibilidades que observan?, ¿Escuchas quejas y reclamos o hablan de planes y proyectos?, ¿Hablan más del pasado o del futuro?.
- Sigue escuchando a lo largo del día y entonces al finalizar la jornada escribe tus descubrimientos. ¿Qué podrías cambiar para que tu experiencia auditiva sea más agradable?
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