Disfrutar la oportunidad de trabajar sin tener que desplazarse cada día entre la congestión de la ciudad, sin reuniones programadas a última hora, sin la obligación de un código de vestuario, es el sueño de muchos trabajadores, hasta que se encuentran con obstáculos relacionados con cargas excesivas de trabajo, desconfianza de sus jefes y la incomprensión de su entorno familiar y social. Las demandas de dedicación de tiempo a otras actividades cuando se trabaja desde la casa pueden acarrear dificultades que suelen ser fáciles de ignorar cuando se está en la oficina, pero en casa resultan difíciles de sortear y más cuando se trata de poner un límite entre el tiempo personal y el profesional. La implementación de teletrabajo requiere que los empleados tengan muy desarrolladas sus competencias de AUTO, a saber Autodisciplina, automotivación, autogestión y demás que tienen que ver con la autonomía del individuo; por su lado los jefes necesitan desarrollar la confianza como un valor fundamental en la creación de una cultura orientada a los resultados medibles.
Trabajar desde casa ya sea de forma habitual o cuando se hace de forma ocasional, requiere ciertas prácticas para que el sueño no se convierta en la pesadilla tanto de empleados como de los jefes.
- Aunque parezca contradictorio, es fundamental establecer un horario de trabajo. Esta recomendación puede sonar ridícula, pero es fundamental si quiere lograr ser productivo y a la vez tener un equilibrio vida laboral y profesional. Cuando se trabaja desde casa, se pueden perder los límites para hacer las actividades que demanda la vida cotidiana y el trabajo puede absorber a tal punto que el trabajador pierda de vista la necesidad de descansar y tener ratos de ocio; de igual forma las personas que habitan en la casa deben saber los horarios y tener claro que esta es una modalidad de trabajo a fin de que eviten asignar tareas de casa, como ir a pagar las cuentas, asear la casa, sacar al perro y otro sin fin de actividades que pueden surgir.
- Siempre es recomendado poner límites no solo para los demás, sino también para sí mismo, Es fundamental explicar a amigos, familiares y entorno que lo rodea que los días que teletrabaja no son oportunidades para actividades no relacionadas con el trabajo. También pueden resultar visitas inesperadas, esto puede ser similar a lo que ocurre en la oficina cuando llega un compañero a su escritorio con deseos de tener un rato de conversación ociosa, así que de igual forma hay que tratar de cortar por lo sano y retornar al trabajo.
El teletrabajo más que una modalidad se convierte en un estilo de vida y es el empleado quien debe definir si quiere vivirlo o sufrirlo. Poner límites y definir los propios niveles de productividad es fundamental para que esta modalidad sea la realidad de un sueño y no una pesadilla laboral y personal.
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